¿Cómo se lo pido a mis padres? Técnicas de negociación

Cómo negociar con los padres

«Es que no sé cómo hablarlo con ellos», «Siempre que hablamos nos acabamos gritando», «Parece que lo dicen sólo para fastidiar-me», «Me habían dicho que sí pero ahora resulta que no» .. .

Si necesitas llegar a un acuerdo con los padres, pero no sabes cómo hablar del tema, aquí tienes unas ideas para ayudarte que están basadas en las negociaciones de empresa y son perfectamente aplicables en casa.

Actitud

Te guste o no, la decisión final la suelen tomar los padres. Y tú tienes que conseguir convencerlos. ¿A quién harías tú más caso: a quien te viniera a pedir de mal humor y con exigencias, o al que te viniera con ganas de escuchar y dispuesto a ser flexible?

Define tu objetivo mínimo

¿Para qué quieres sentarte a hablar con ellos? Si tienes que ser flexible y no quemarte en la negociación debes saber muy bien qué es lo que realmente quieres, y a qué puedes renunciar: es mejor una victoria parcial que romper una negociación.

Antes de sentaros juntos haz una lista con lo que quieres y los aspectos a los que podrías renunciar si es necesario. Y recuerda que los buenos acuerdos se llaman «win-win» porque ambas partes sacan beneficio: ¡tienes que conseguir que ellos también salgan ganando!

Ponte en el lugar de tus padres

Cuando dicen que «no» a tus peticiones, se guían por sus ganas de protegerte (siguen viéndote como a un niño), y tal vez por experiencias pasadas donde las cosas no han ido como ellos querían. Si ellos piensan que lo que pides puede llevar a alguna situación de peligro, no habrá acuerdo posible: deberás ofrecer alternativas que cubran este peligro. Un ejemplo sería si quieres irte con amigos al extranjero: si los padres sufren por no saber como estarás, quizás habrá comprometerse a llamar cada noche. Por último, si a ti no te gusta que los padres te comparen con otros chicos / chicas, no hagas tú comparaciones con otros padres y evita aquello de «sus padres sí le dejan».

¿Qué precio estás dispuesto a pagar?

A menudo será necesario ofrecer algo a cambio de lo que pides: ayudar en las tareas domésticas, mejorar las notas escolares, ordenar la habitación … Piénsalo antes de hablar con ellos y estate dispuesto a soltarlo como moneda de cambio.

Encuentra el momento adecuado

Al igual que tú puedes estar cruzado por un mal día en el instituto, o por una discusión con un amigo, los padres también tienen momentos en los que están más receptivos. Si en el trabajo les han dicho que les recortan el sueldo … ¡seguramente no es el mejor momento!

No tengas prisa

Los grandes acuerdos pueden requerir tiempo, incluso varias reuniones. Las prisas sólo te pondrán nervioso y añadirán tensión a la discusión. Si notas que te empiezas a enfadar, respira profundamente y, si es necesario, para la conversación y vuelve en otro momento.

Sé agradecido

Tanto si has llegado a un acuerdo satisfactorio o no, puedes demostrar tu madurez siendo agradecido por el tiempo que te han dedicado. ¡Y recuerda cumplir lo que te hayas comprometido!