Tener un hijo superdotado puede ser una experiencia exigente para los padres. Y si, además, ese hijo utiliza sus capacidades hacia una actitud desafiante frente a los adultos, la situación puede llegar a desbordarlos.
La actitud desafiante, frecuente entre los adolescentes, se agrava en los superdotados cuando consideran que nadie les comprende. Incluso un niño de 4 o 5 años en esta situación se puede comportar como un adolescente precoz.
En este post encontrarás propuestas sobre nuevos comportamientos que pueden ayudar a los padres en estas circunstancias.
Léelo en: Superdotados y desafiantes.
Fotografía: M. Gabarró.