Rarito. Aburrido. Secta. «Happy flower». Moda. Hippy. Friki.
Si estas son algunas de las palabras que te vienen a la cabeza cuando hablamos de herramientas como la meditación, la relajación o la atención plena («mindfulness»), este post es para ti.
Revisa tus creeencias
Déjame que te explique por qué puede serte útil revisar tu creencia acerca de estas técnicas.
– No te convierten en zombie. No te lavan el cerebro, ni facilitan que te inscribas a una secta. Se trata, sencillamente, de poner más atención en lo que haces. Seguro que alguna vez has deseado poderte concentrar más mientras estudias. O te has dado cuenta que te has comido el postre sin darte cuenta de qué comías. O querías dormir pero se te aparecían continuamente nuevos pensamientos… Las herramientas de las que estamos hablando podrían ser el antídoto para estos síntomas.
– No es necesario vestir de ninguna manera predeterminada. Ni peinarse de forma especial, ni estar horas sentado en el suelo. La flexibilidad de las herramientas el mindfulness es total: puedes seguir siendo tú mismo, y dedicarle el tiempo que desees. ¡Incluso con sólo 5 minutos al día se notan efectos positivos! Al principio te puede costar incluso dedicar dos minutos seguidos. No pasa nada; es como el esfuerzo de ir por primera vez al gimnasio: en seguida lo tendrás controlado y saldrá solo.
– Te ayuda a tener más calladita esa voz interior que todos tenemos y que nos limita («no lo intentes, porque no lo conseguirás», «no preguntes, que parecerás tonto», «podrías haberlo hecho aún mejor»…). De esta manera podrás acceder a todo tu potencial personal.
– La tecnología y todo lo que sucede en nuestro entorno atrae nuestra atención y se la lleva hacia fuera. Un beneficio demostrado científicamente de poner la atención «hacia dentro» es que generarás más telomerasa, una enzima que mantiene y repara los extremos de los cromosomas (desgastados por el estrés y el envejecimiento), estando más sano y viviendo más.
– Y un último punto a favor de estas técnicas: ¡A mí me han ido bien! :)
¿Te animas a probar?
Una excepción
Sólo existe un colectivo al que no siempre le recomendaría este tipo de trabajo personal: las personas con áreas talentosas, altas capacidades o superdotadas. La razón es muy sencilla: en algunos casos, su pensamiento rápido y constante pueden llevar a frustración cuando no se logra llegar a la deseada calma interior. En este caso, estoy seguro de que hay actividades (hacer deporte, leer, tocar un instrumento, dibujar…) que surten el mismo efecto en su mente y que les encajan mucho mejor.
Déjame recomendar-te algunos recursos:
– Libro+CD: “Avui jugarem a relaxar-nos – Guia per millorar l’atenció i la concentració de nens i joves, a casa o a l’escola” (Glòria Martí y Carme Marrugat)
– Libro sobre el cerebro adolescente: “Tormenta cerebral” (Daniel J. Siegel)