¿Estás peparado para la Generación Z?

Jóvenes en el Salón

Justo cuando en nuestro país empezamos a ver la importancia de la Generación Y («Millennials»), no está de más echar un vistazo a sus hermanos pequeños: la Generación Z.

¿Quiénes son? ¿Por qué este nombre?

Los norteamericanos consideran miembros de la Generación Z a aquellos que son lo bastante jóvenes como para no estar marcados por los actos terroristas del 11S. Esto incluye, redondeando, a los nacidos a partir de 1996.
Como los americanos son tan dados a poner etiquetas, también los llaman «Centennials» (porue son menos que los «Millennials») o «iGen» (de «iCloud», puesto que nacieron ya con la «nube» disponible).

¿Por qué debemos poner la atención en estos jóvenes?

Porque es un grupo de población marcado por la crisis y la tenología, y esto los hace dierentes a sus predecesores (de los cuales ya hablé en este post ).
– Como alumnos, su capacidad de concentración es aún más limitado que el de los «Millennials», como consecuencia de la sobredosis de información disponible y por la rapidez con la que están acostumbrados a que pasen las cosas a su alrededor: si sus padres nos hemos llegado a sentir decepcionados si pasa una hora no ha novedades en el diario online, cómo se van a sentir ellos que ya nacieron con banda ancha en casa… Para complicarlo un poquito más, las malas perspectivas de futuro (laborales, medioambientales…) afectan su motivación. ¿Quién puede motivarse si está rodeado de adultos que les recuerdan constantemente lo difícil que lo tienen para encontrar trabajo?

– En el trabajo (los pocos que ya han empezado su carrera laboral) piden seguridad. Han visto de cerca cómo algunos familiares cercanos o conocidos han sido despedidos de su puesto de trabajo, y el miedo a que les pase lo mismo hace que las empresas que les ofrecen cierta seguridad a medio plazo sean sus preferidas. Recordemos que los «Millennials», por su parte, preguntaban más sobre los valores de l empresa porque querían dejar huella en el mundo.
– Como consumidores son muy exigentes. Piden respeto a su entorno porque en casa han vivido, mayoritariamente, una relación respetuosa con sus padres.  Un detalle como que se les limite el número de prendas que pueden probarse en una tienda, lo perciben como muestra de desconfianza y les desagrada enormemente. Además, acostumbrados a que todo funcione bien y rápido, no aceptan servicios o productos que no sean perfectos. En cambio, sus padres (acostumbrados a navegar con módem) somos más capaces de esperar mientras una web se carga.

¿Qué podemos hacer?

– Creo que es fundamental empezar por ser todos un poco más positivos acerca del mundo en el que vivimos. Es difícil  porque sabemos que la economía no volverá a ser la que era, o que el cambio climático avanza hacia proporciones dantescas. Pero también podemos recordar las posibilidades infinitas de las nuevas tecnologías, los infinitos conocimientos que tenemos al alcance de nuestra mano (o del ratón), o que también hay empresas y puestos de trabajo fantásticos.
– Como padres o profesores, les podemos ayudar a avanzar en el camino del «mindfulness», la atención plena. Les será de gran utilidad (y a nosotros mismos también) para mantener la concentración en los estudios y buscar el sentido de la vida más allá de la superficialidad (ver en este post ).
– Como empresarios, tendremos en cuenta sus necesidades personales (especialmente ofreciendo seguridad) si queremos atraer los mejores talentos de esta generación. Y si los vemos como a consumidores, tratémosles como los consumidores experimentados que saben lo que quieren y no aceptan errores: démosles productos i servicios impecables si no queremos perderlos.

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